martes, 22 de mayo de 2012

LA NOVELA PICARESCA


 

La novela picaresca

Este género se consolida con la aparición en 1599 de la segunda novela picaresca: Vida de Guzmán de Alfarache, obra de Mateo Alemán.
Al margen de la individualidad propia de cada obra, todas las novelas picarescas comparten una serie de características comunes que podrían resumirse en las siguientes.
1. El protagonista es el pícaro, categoría social, procedente de los bajos fondos que, a modo de antihéroe, es utilizado por la literatura como contrapunto al ideal caballeresco. Su línea de conducta está marcada por el engaño, la astucia, el ardid y la trampa ingeniosa. Vive al margen de los códigos de honra propios de las clases altas de la sociedad de su época. Su libertad es su gran bien. Una libertad condicionada por su ascendencia, que el protagonista relata al lector para que comprenda su norma de vida, condicionada o determinada, en parte, por sus coordenadas existenciales
Lazarillo de Tormes.
Amberes, 1554

  2. Carácter autobiográfico.
 El protagonista narra sus propias aventuras,

3. Una doble temporalidad. El pícaro aparece en la novela desde una doble perspectiva: como autor y como actor. Como autor se sitúa en un tiempo presente que mira hacia su pasado y narra una acción, cuyo desenlace conoce de antemano.
4. Estructura abierta. El pluralismo de aventuras que se narran podrían continuarse; no hay nada que lo impida, porque las distintas aventuras no tienen entre sí más trabazón argumental que la que da el protagonista.
5. Carácter moralizante. Cada novela picaresca vendría a ser un gran "ejemplo" de conducta aberrante que, sistemáticamente, resulta castigada. La picaresca está muy influida por la retórica sacar de la época, basada en muchos casos, en la predicación de "ejemplos", en los que se narra la conducta descarriada de un individuo que, finalmente, es castigado o se arrepiente.
6. Carácter satírico. La sátira es un elemento constante en el relato picaresco. El protagonista deambulará por las distintas capas sociales, a cuyo servicio se pondrá como criado, lo que le permitirá conocer los acontecimientos más íntimos de sus dueños. Todo ello será narrado por el pícaro con actitud crítica. Sus males son, al mismo tiempo, los males de una sociedad en la que impera la codicia y la avaricia, en perjuicio de los menesterosos que pertenecen a las capas más bajas de la sociedad.

El Lazarillo de Tormes

La forma autobiográfica, rasgo común de todas las novelas picarescas, es la primera nota que caracteriza el relato de ficción del Lazarillo. Lázaro nos relata la historia de su vida: Lázaro nace en Salamanca, cerca del río Tormes, en el seno de una familia pobre, y desde niño se ve obligado a servir a varios amos (ciego, clérigo, noble, fraile, buldero, pregonero). Lázaro terminará independizándose y, ya hombre casado, disfruta de una situación que él considera próspera
En este relato autobiográfico aparecen dos categorías temporales: un "ahora" que se explica a través de un "antes". Lázaro dirige su relato a una persona de rango superior ("Vuestra Merced"), a quien cuenta su "caso": las dudosas relaciones entre la mujer de Lázaro y el Arcipreste de Sant Salvador, cuya casa ella frecuenta. Este caso es el núcleo configurador en torno al cual se organiza la materia narrativa. La unidad estructural gira en torno a la convergencia de todo el pasado en el ser presente de Lázaro que cuenta su vida para justificar su "caso", un caso de honra. Lázaro no hace sino justificar una conducta moral muy particular aprendida de los labios de su madre: arrimarse a los "buenos", aquellos que le ayudan a sobrevivir.
Los sucesos fundamentales de su vida expresan el proceso educativo del protagonista, como una evolución pedagógica de perversión. Lázaro, hombre de vil origen, educado en la astucia y en el engaño por el ciego, busca una honra que le proporcione un provecho que, al fin, consigue, como nos relata en el "Tratado VII". En la novela hay dos planos narrativos: el del autor y el del protagonista; los dos planos se interfieren por medio de la ironía, aunque en dos sentidos diferentes: Lázaro cuenta su vida como si de un triunfo se tratase, mientras el autor cree todo lo contrario; Lázaro, desde su perspectiva, considera que ha llegado a buen puerto; para el autor, por el contrario, aquella situación es el colmo de la abyección.
En cuanto al estilo del Lazarillo, está escrito dentro del "estilo humilde", relacionado con la poética de los tres estilos (sublime, mediocre e ínfimo); el origen social de Lázaro exige al autor seguir las normas de la poética del estilo bajo. Cada estilo debía acomodarse a unos temas y a unos personajes para conseguir el "decoro", cualidad artística que consiste en hacer hablar a los personajes de acuerdo con su procedencia estamental. Por ello, el autor coloca al pícaro y al mundo que lo rodea dentro de una verosimilitud narrativa, en consonancia con su personalidad y el medio ambiente en el que vive. Esto se consigue intentando que la lengua sea un reflejo de este telón de fondo social; de ahí que abunden los vulgarismos y un estilo coloquial, con el que se intenta un acercamiento a la situación existencial del protagonista y de su medio ambiente.

El Lazarillo de Tormes, PRIMERA NOVELA MODERNA
La importancia de esta novela breve, titulada Vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades, no consiste solo en haber iniciado el género picaresco en nuestra narrativa, sino en que con ella empieza la NOVELA MODERNA.
En efecto, hasta el Lazarillo los relatos presentaban a un héroe adulto (un caballero o un señor refinado consagrado a la vida pastoril, un príncipe, etc.) cuyos caracteres estaban ya fijados cuando el Lazarillo se publicó, y entre los que destacaba el hecho de que ese héroe anterior al Lazarillo (generalmente noble) no cambiaba a lo largo de su historia y aventuras, es decir, su personalidad se mantenía inalterable, no cambiaba su forma de ser y, por lo tanto, por muchas aventuras que tuviese ese héroe anterior al Lazarillo, no observamos en él  ninguna transformación importante de su personalidad. Este tipo de relato no es moderno.
Sin embargo, con Lázaro de Tormes se produce un cambio importante: ahora se nos presenta una vida haciéndose, puesto que narra la historia de un personaje (no noble) desde su niñez, para que entendamos  por qué, en el último capítulo, ha caído en el deshonor. De esta manera, ese personaje (por primera vez en la historia literaria, un protagonista pobre y miserable) es, en cada momento, una consecuencia de lo que ha vivido. No podríamos comprender cómo piensa y actúa en un capítulo sin saber qué le ha sucedido en el anterior y en los anteriores. Este es un RASGO NOVELESCO MODERNO.
APARICIÓN DEL Lazarillo
En 1554 se publicaron simultáneamente cuatro ediciones de la obra, sin nombre de autor, en Burgos, Alcalá, Amberes y Medina del Campo (el único ejemplar de la edición de Medina del Campo se encontró en 1992, oculto en una pared, en Barcarrota, Badajoz). Tuvo un éxito fulminante, a pesar de que muy pronto, en 1559, fue prohibida por la Inquisición. Sin embargo, continuó leyéndose porque entraban en España muchos ejemplares impresos en el extranjero.  Hay razones para pensar que debió de existir una edición anterior, quizás de 1553, pero no se ha conservado ningún ejemplar de esta edición. Su popularidad se extendió más allá de España, y fue traducido al francés (1560), al inglés (1576), al holandés (1579), al alemán (1617), al italiano (1622). Esta obra marcará el inicio de un nuevo género literario: la novela picaresca, de gran importancia en la literatura española del Siglo de Oro.
ESTRUCTURA DE LA OBRA
El pregonero Lázaro de Tormes narra su vida, desde que nace en Tejares (Salamanca) hasta que ejerce aquel oficio en Toledo. La obra está dividida en un prólogo y siete tratados.
PRÓLOGO: La obra comienza con un prólogo en que Lázaro de Tormes, pregonero de Toledo, dirigiéndose a un desconocido “vuestra merced”, confiesa su decisión de alcanzar fama contando su vida entera, para que sirva de ejemplo de cómo, con voluntad, se puede salir adelante (se trata de un prólogo sarcástico en el que se burla del afán de alcanzar la fama: hasta la pretende él, que ha llegado al poco envidiable oficio de pregonero y al estado de maridillo deshonrado).
Los tres primeros tratados están unidos por el tema del hambre:
TRATADO I: El protagonista sirve a un ciego tacaño y mezquino, a quien tiene que engañar para poder comer; al entrar a servirle es un niño inocente, pero a su lado aprende toda suerte de malicias, y cuando lo abandona sabe ya más tretas. Recordar los siguientes episodios con el ciego: episodio del toro de piedra; episodio de la jarra de vino; episodio de las uvas; episodio de la longaniza, episodio final de la venganza de Lazarillo.
TRATADO II: En este tratado, Lázaro sirve al cura de Maqueda (Toledo), un clérigo avariento que lo mata de hambre y a quien tiene que robar los panes que le daban los fieles cristianos, sobre todo Lázaro los roba con gran ingenio (episodio del arca y la llave, la falsa culebra, los garrotazos finales). Este clérigo es, pues, peor amo que el ciego; y Lázaro critica así en su relato la avaricia de algunos clérigos y su inhumanidad.
TRATADO III: Cuando ya parecía que no cabía más ruindad, Lázaro sirve a un escudero (un hidalgo sin fortuna) en cuya casa no hay absolutamente nada; pero este hidalgo lo trata bien, frente a la crueldad que mostraron con él los dos primeros amos. Lázaro, en este tercer tratado, siente piedad por el escudero y mendiga para alimentarlo (de esta manera queda ridiculizado en la obra el orgullo de quienes aparentaban ser de casta superior y eran, en realidad, unos pobretes). Pero, además, este tratado, el más importante de todos, permite contemplar el sentimiento de humana solidaridad que mueve a Lázaro, en contraste con la presunción de aquel hidalgo fantasmón.
TRATADO IV: El tiempo pasa, Lázaro va creciendo, y ya no sufre hambre con el cuarto amo. Este tratado es brevísimo: un apunte anticlerical que toca el tema de la homosexualidad.
TRATADO V: En este tratado, Lázaro no actúa como protagonista, sino que se limita a contemplar, asombrado, cómo un eclesiástico, vendedor de bulas (privilegios que el Papa concedía a quienes las compraban; eran como certificados que, por ejemplo, permitían comer carne a los cristianos en períodos no permitidos; estaban, supuestamente, firmadas por el Papa) engaña a unos incultos y crédulos aldeanos. Harto de ambos amos, Lázaro los abandona cuando se cansa de ellos. De esta manera continúa la crítica anticlerical.
TRATADO VI: También muy corto, habla de su servicio a un maestro de pintar panderos[1]. También sirve Lázaro en este tratado a un capellán, que lo empleaba como aguador[2]. Con este último ahorra sus primeros dineros, que emplea para comprarse unas ropillas que mejoren su aspecto. Lázaro, pues, empieza a situarse en el mundo de los que aspiran a ser algo.
TRATADO VII: Por fin, tras servir como auxiliar de un alguacil[3] (oficio que deja pronto por considerarlo peligroso), obtiene el cargo de PREGONERO REAL. Ahora lo protege un ARCIPRESTE, el cual lo casa con una criada suya que era su amante; esto da mucho que hablar en Toledo (el CASO que se comenta en el prólogo y al final del libro).
Su largo “aprendizaje” (aprendizaje de la vida) ha terminado: ya puede aceptar la deshonra como una especie de triunfo.
Si nos fijamos bien, toda la obra muestra el cumplimiento de una profecía: el ciego, en el tratado I, episodio de la jarra de vino, dice a Lázaro. “Yo te digo [...] que si un hombre en el mundo ha de ser bienaventurado con vino, que serás tú”. Y, efectivamente, Lazarillo alcanza su “ventura” cuando conoce al arcipreste de San Salvador, cuyos vinos pregonaba por Toledo para venderlos (tratado VII).

[1] Pandero: Instrumento rústico formado por uno o dos aros superpuestos, de un centímetro o menos de ancho, provistos de sonajas o cascabeles y cuyo vano está cubierto por uno de sus cantos o por los dos con piel muy lisa y estirada. Tócase haciendo resbalar uno o más dedos por ella o golpeándola con ellos o con toda la mano.
[2] Aguador: Persona que antiguamente vendía agua en pueblos y ciudades.
[3] Alguacil: Agente de la justicia (una especie de policía de la época).

OTROS TEMAS:
 http://www.educacion.gob.es/exterior/centros/burdeos/es/materialesclase/lazarillotormes.pdf

GUÍA DE LECTURA:
http://html.rincondelvago.com/lazarillo-de-tormes_28.html
 http://es.scribd.com/doc/25023549/GUIA-de-LECTURA-Lazarillo-de-Tormes

PRESENTACIONES:
 ACTIVIDADES:

http://www.profes.net/rep_documentos/Revista_Digital/Actividades_Lazaro_de_Tormes.pdf
 


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